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Gaceta del pensamiento / Universidad de Quintana Roo. Campus Playa del Carmen

Colaborador(es): Tipo de material: TextoTextoSeries Detalles de publicación: Chetumal, Quintana Roo ; Estosdías, ©2012Descripción: 56 p. ; il., fot., retratos : 22 x 16 cmOtro título:
  • Divinos negocios [Título paralelo]
Trabajos contenidos:
  • Universidad de Quintana Roo. Campus Playa de Carmen
Tema(s): Clasificación LoC:
  • LE 7 .Q5 P45
Contenidos:
Divinos negocios; a manera de introducción -- El Vaticano y sus riquezas -- Minicondominios venditos -- La mano amiga y la mano oculta -- Indulgencias y bendiciones -- Los millones de Don Onésimo [Cepeda] -- Una breve semblanza [de Onésimo Cepeda] -- Dos acusaciones, dos [contra Onésimo Cepeda] -- Eclesiásticos lavaderos -- Los millonarios de Cristo -- Trasnacional Religioso-Financiero -- De Paolis y los límites de su misión -- Del santoral al cesto de la basura -- Las "Mordidas" del padrecito Maciel -- El rostro "Ecológico" de la Legión -- El manejo de las mentes -- Las niñas aisladas del mundo -- El celibato a través de la historia
Resumen: "El obispo de Quintana Roo, Pedro Pablo Elizondo, miembro de los Legionarios de Cristo, declaró hace poco que, en una especie de borrón y cuenta nueva, ya no se debe seguir hablando de Marcial Maciel. Y en tono que pretendió ser irónico agregó que "habría que resucitar al padre (Maciel), que lo lleven a un tribunal, pongan un abogado acusador y uno defensor, así como también que presenten las pruebas, que litiguen, que haya un juez y un jurado, y ya cuando tengan todo montado que el padre se defienda y se llegue a una conclusión." Resucitar a Maciel, ciertamente, no es posible. Pero llevar ante un tribunal después de muerto a un altísimo dignatario eclesiástico -papa para más señas- es algo que ya se ha hecho. Fue sacado de la tumba nueve meses después de su fallecimiento y sentado -literalmente hablando- en el banquillo de los acusados, se le nombró acusador y defensor y tras el público juicio con lectura de acusaciones, presentación de testigos, alegatos de la defensa y todo lo usual en estos casos, fue declarado culpable. Ejecutada la sentencia, el cuerpo fue arrojado por ahí como si se tratara de un perro. Pero, contra lo que pudiera pensarse, todo esto no fue obra de enemigos de la religión o de la Iglesia Católica, sino de otro papa y su séquito de cardenales."--P. Web Gaceta del Pensamiento
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Directora Zita Finol ; Coordinador Editorial Nicolás Durán de la Sierra ; Diseño Sergio Gomez Villarreal ; Consejo Editorial Jorge Polanco Zapata, Fernando Espinosa de los Reyes, Juan José Morales, Raúl Espinoza Gamboa

Divinos negocios; a manera de introducción -- El Vaticano y sus riquezas -- Minicondominios venditos -- La mano amiga y la mano oculta -- Indulgencias y bendiciones -- Los millones de Don Onésimo [Cepeda] -- Una breve semblanza [de Onésimo Cepeda] -- Dos acusaciones, dos [contra Onésimo Cepeda] -- Eclesiásticos lavaderos -- Los millonarios de Cristo -- Trasnacional Religioso-Financiero -- De Paolis y los límites de su misión -- Del santoral al cesto de la basura -- Las "Mordidas" del padrecito Maciel -- El rostro "Ecológico" de la Legión -- El manejo de las mentes -- Las niñas aisladas del mundo -- El celibato a través de la historia

"El obispo de Quintana Roo, Pedro Pablo Elizondo, miembro de los Legionarios de Cristo, declaró hace poco que, en una especie de borrón y cuenta nueva, ya no se debe seguir hablando de Marcial Maciel. Y en tono que pretendió ser irónico agregó que "habría que resucitar al padre (Maciel), que lo lleven a un tribunal, pongan un abogado acusador y uno defensor, así como también que presenten las pruebas, que litiguen, que haya un juez y un jurado, y ya cuando tengan todo montado que el padre se defienda y se llegue a una conclusión." Resucitar a Maciel, ciertamente, no es posible. Pero llevar ante un tribunal después de muerto a un altísimo dignatario eclesiástico -papa para más señas- es algo que ya se ha hecho. Fue sacado de la tumba nueve meses después de su fallecimiento y sentado -literalmente hablando- en el banquillo de los acusados, se le nombró acusador y defensor y tras el público juicio con lectura de acusaciones, presentación de testigos, alegatos de la defensa y todo lo usual en estos casos, fue declarado culpable. Ejecutada la sentencia, el cuerpo fue arrojado por ahí como si se tratara de un perro. Pero, contra lo que pudiera pensarse, todo esto no fue obra de enemigos de la religión o de la Iglesia Católica, sino de otro papa y su séquito de cardenales."--P. Web Gaceta del Pensamiento

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